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Alfabetización mediática (e informacional)

Todo el mundo, desde el Presidente de los Estados Unidos hasta un niño pequeño, puede llevar un smartphone y enviar mensajes masivos a cientos y miles de personas influyentes en línea. Nos conectamos con sólo pulsar un botón y tomamos decisiones con un movimiento de muñeca. Por ello, es especialmente importante que empleados, estudiantes, personas influyentes y usuarios cotidianos tengan conocimientos sobre los medios de comunicación y comprendan las consecuencias que se derivan de las acciones en línea.

Independientemente de la forma en que se introduzca la alfabetización mediática, es importante que los educadores (y no sólo ellos) ayuden a los alumnos a desarrollar su capacidad de pensamiento crítico y a comprender el impacto que los mensajes mediáticos tienen en la sociedad. Los profesores (y otros) también deben enseñar a los alumnos a evaluar la validez de las palabras, a producir contenidos originales y a expresarse para mejorar el panorama de los medios de comunicación y de todos los afectados por un botón de SEND (Enviar), UPLOAD (Subir) o TWEET (Tweetear).

Qué es la alfabetización mediática

La alfabetización mediática e informacional (MIL por sus siglas en inglés) proporciona respuestas a las preguntas que todos nos hacemos en algún momento. ¿Cómo podemos acceder, buscar, evaluar críticamente, usar y aportar contenido de manera inteligente, tanto en línea como fuera de línea? ¿Cuáles son nuestros derechos en línea y fuera de línea? ¿Cuáles son los problemas éticos que rodean el acceso y uso de la información? ¿Cómo podemos relacionarnos con los medios y las TIC para promover la igualdad, el diálogo intercultural e interreligioso, la paz, la libertad de expresión y el acceso a la información?

Según la National Association for Media Literacy Education de USA, la alfabetización mediática es la capacidad de acceder, analizar, evaluar, crear y actuar utilizando todas las formas de comunicación. La alfabetización mediática abarca desde la interpretación de los emojis hasta la comprensión de los mensajes subyacentes en los anuncios en línea, pasando por la producción de contenidos de vídeo virales y el reconocimiento de la publicidad nativa.

Aunque la alfabetización mediática parece una habilidad práctica que todos los que tienen acceso a Internet entienden, es sorprendente la cantidad de usuarios en línea que no son conscientes de su impacto en los demás y de su propia susceptibilidad a la manipulación mediática.

Pensamiento crítico

La alfabetización mediática consiste en encontrar la historia no contada que hay debajo de los clips de películas, los anuncios de radio y los artículos de prensa. Incluso los contenidos patrocinados por las empresas tienen mensajes ocultos que nos desafían a pensar más allá de lo que oímos y vemos.

Por ejemplo, enseñar a deconstruir los mensajes de un anuncio de bolígrafos que rebaja la inteligencia de las consumidoras, les reta a ampliar su nivel de pensamiento y a negarse a aceptar contenidos cuestionables.

Entender por qué una empresa comercializa bolígrafos de color rosa para las niñas y lo que eso significa para la sociedad, obliga a los lectores a dar un salto mental: del anuncio a la aplicación en el mundo real.

El desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico a través de los mensajes de los medios de comunicación también fortalece las habilidades de observación.

¿Por qué es importante?

La observación y la interpretación son habilidades que se extienden más allá del ámbito de la resistencia a la publicidad defectuosa. Cuestionar la norma y reinterpretar las capas de los mensajes cotidianos proporciona a los alumnos todo lo que necesitan para convertirse en personas que toman decisiones inteligentes en escenarios del mundo real.

Autoexpresión

Los estudiantes de cine ven películas clásicas para comprender cómo los directores captan una emoción de forma eficaz y artística. Los aspirantes a diseñadores analizan anuncios de éxito para determinar cómo el color, la proximidad, el tipo de letra, las imágenes y el texto contribuyen a crear un mensaje fiable. Los escritores leen novelas, guiones y artículos de revistas para comprender la estructura de las frases y las imágenes potentes.

Estudiar cómo otros utilizan los medios para comunicar un mensaje o una emoción determinada ayuda a los estudiantes a conceptualizar y producir eficazmente sus propios contenidos.

Gracias a la feroz competencia y a la saturación del mercado, los medios de comunicación de hoy en día son más innovadores que nunca, y ver lo mejor de lo mejor es suficiente para inspirar la creatividad de cualquiera.

Incluso los propietarios de fondos de cobertura y los mejores abogados y contables financieros confían en sus músculos creativos para resolver problemas. Por eso, hay que trabajar con ellos desde el principio e incluir la alfabetización mediática.

Responsabilidad cívica

Los temas de actualidad se expresan entre las cortinas de los programas de humor nocturnos, las portadas de las revistas y los anuncios políticos de treinta segundos seguidos.

En unos años llenos de educación, los alumnos serán los autores intelectuales de estos vídeos virales, campañas presidenciales y publicaciones brillantes. Y cuando el contenido es justo y equitativo, el conocimiento de la alfabetización mediática es siempre el proyecto ético que lo respalda.

Sin estudiar los entresijos del caos mediático, nos perdemos las directrices morales tácitas que guían cada decisión digital. Así que, ¿por qué no hacer todo lo posible para que los directores de campaña del mañana rechacen el rencor y el discurso del odio?

Por no mencionar que es imposible descifrar la falsedad de los hechos sin distinguir con éxito entre la sátira de la campaña y la verdad política, la propaganda y la publicidad justa.

En un mundo en el que los medios de comunicación se propagan más rápido que el aire, la alfabetización mediática es la clave para mantener a las comunidades bien informadas y bien representadas.

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