Activistas denuncian que el proyecto de ley CISA “se negoció en secreto”, y los miembros del Congreso ni siquiera tuvieron tiempo para “saber lo que estaban aprobando”.
La Cámara de Representantes y el Senado de EE.UU. han aprobado un presupuesto de 1,15 billones de dólares, y con él, un polémico proyecto de ley de seguridad cibernética que ha generado reacciones en contra por violar la privacidad del usuario. La controvertida legislación va destinada a alentar a las empresas a compartir datos privados de los usuarios con el Gobierno, y permite al Gobierno “utilizar esa información para cualquier propósito, sin apenas protección de la privacidad”, informa el portal The Intercept.
El texto del proyecto de ley —anteriormente conocida como CISA y ahora como la Ley de Seguridad Cibernética de 2015— no fue publicado hasta poco después de la medianoche del miércoles, por lo que los miembros del Congreso “básicamente no tuvieron tiempo para hacer nada al respecto”.
Según explica The Intercept, CISA “elimina una restricción en el intercambio directo de información con la Agencia de Seguridad Nacional y el Pentágono; elimina una restricción en el uso de esa información por parte del Gobierno para las actividades de vigilancia; permite a la Policía utilizar la información para procesar todos los delitos; y deja en manos de cada agencia borrar información de identificación personal cuando les dé la gana”.
“Invasión a la privacidad”
La aprobación de la polémica legislación ha activado alarmas de activistas de defensores de los derechos humanos, según los cuales invade la privacidad bajo la excusa de la seguridad cibernética.
“Si alguien ‘hackea’ una compañía de seguros de salud como Blue Cross/Blue Shield, y esta se asusta y entrega todos los registros médicos que fueron expuestos en el ‘hackeo’, la NSA podría compartir esos archivos con la DEA, que podría utilizarlos en investigaciones en curso que pueden no tener nada que ver con la seguridad cibernética o el terrorismo”, sostiene Evan Greer, del grupo de defensa de los derechos digitales Fight for the Future.
A su vez, Nathan White, gerente superior legislativo de la organización Access Now, ha declarado al portal que esta medida reúne “lo peor” de los diferentes proyectos de ley de seguridad cibernética negociados en los últimos meses. “Se negoció en secreto… es un proceso furtivo lo que han utilizado”, denuncia White para detallar que los miembros del Congreso ni siquiera habían tenido tiempo para “saber lo que estaban aprobando”.
Según un documento filtrado y publicado por Reuters, las prioridades de la Casa Blanca se alinean con la nueva versión del proyecto de ley, a pesar de que el Gobierno amenazó con vetar una legislación muy parecida en 2013.
Mientras tanto, además de amenazar a la privacidad, el intercambio de información no es una solución real para la prevención de ciberataques, según varios tecnólogos, consultados por The Intercept, que opinan que “la mejor defensa es una mejor higiene cibernética”.
Si bien el nuevo proyecto de ley se ha encontrado con la oposición de algunos legisladores y organizaciones, tanto demócratas como republicanos, es nada “en contra de los inmensamente poderosos comités de inteligencia de la Cámara y el Senado, líderes del Congreso y la Casa Blanca”, lamenta el artículo del portal.
Activistas denuncian que el proyecto de ley CISA “se negoció en secreto”, y los miembros del Congreso ni siquiera tuvieron tiempo para “saber lo que estaban aprobando”.
La Cámara de Representantes y el Senado de EE.UU. han aprobado un presupuesto de 1,15 billones de dólares, y con él, un polémico proyecto de ley de seguridad cibernética que ha generado reacciones en contra por violar la privacidad del usuario. La controvertida legislación va destinada a alentar a las empresas a compartir datos privados de los usuarios con el Gobierno, y permite al Gobierno “utilizar esa información para cualquier propósito, sin apenas protección de la privacidad”, informa el portal The Intercept.
El texto del proyecto de ley —anteriormente conocida como CISA y ahora como la Ley de Seguridad Cibernética de 2015— no fue publicado hasta poco después de la medianoche del miércoles, por lo que los miembros del Congreso “básicamente no tuvieron tiempo para hacer nada al respecto”.
Según explica The Intercept, CISA “elimina una restricción en el intercambio directo de información con la Agencia de Seguridad Nacional y el Pentágono; elimina una restricción en el uso de esa información por parte del Gobierno para las actividades de vigilancia; permite a la Policía utilizar la información para procesar todos los delitos; y deja en manos de cada agencia borrar información de identificación personal cuando les dé la gana”.
“Invasión a la privacidad”
La aprobación de la polémica legislación ha activado alarmas de activistas de defensores de los derechos humanos, según los cuales invade la privacidad bajo la excusa de la seguridad cibernética.
“Si alguien ‘hackea’ una compañía de seguros de salud como Blue Cross/Blue Shield, y esta se asusta y entrega todos los registros médicos que fueron expuestos en el ‘hackeo’, la NSA podría compartir esos archivos con la DEA, que podría utilizarlos en investigaciones en curso que pueden no tener nada que ver con la seguridad cibernética o el terrorismo”, sostiene Evan Greer, del grupo de defensa de los derechos digitales Fight for the Future.
A su vez, Nathan White, gerente superior legislativo de la organización Access Now, ha declarado al portal que esta medida reúne “lo peor” de los diferentes proyectos de ley de seguridad cibernética negociados en los últimos meses. “Se negoció en secreto… es un proceso furtivo lo que han utilizado”, denuncia White para detallar que los miembros del Congreso ni siquiera habían tenido tiempo para “saber lo que estaban aprobando”.
Según un documento filtrado y publicado por Reuters, las prioridades de la Casa Blanca se alinean con la nueva versión del proyecto de ley, a pesar de que el Gobierno amenazó con vetar una legislación muy parecida en 2013.
Mientras tanto, además de amenazar a la privacidad, el intercambio de información no es una solución real para la prevención de ciberataques, según varios tecnólogos, consultados por The Intercept, que opinan que “la mejor defensa es una mejor higiene cibernética”.
Si bien el nuevo proyecto de ley se ha encontrado con la oposición de algunos legisladores y organizaciones, tanto demócratas como republicanos, es nada “en contra de los inmensamente poderosos comités de inteligencia de la Cámara y el Senado, líderes del Congreso y la Casa Blanca”, lamenta el artículo del portal.
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