En los últimos dos años y medio la cantidad de ataques vinculados con la extorsión y el cifrado de datos personales ha aumentado en más de diez veces, según McAfee, una empresa de seguridad cibernética. El último trimestre identificó más de 300.000 incidentes en los que las victimas pagaron centenares de dólares para recuperar sus datos, según informó el diario de negocios ‘
The Financial Times‘. Cada vez más ‘hackers’ prefieren el bitcóin por el anonimato que permiten las transacciones en esta moneda, en comparación con los pagos con tarjetas de crédito o transferencias bancarias. Considerando el
crecimiento de un 400% que experimentó la moneda virtual en noviembre, los criminales disponen de un método adicional para sacar beneficio. La unidad del crimen cibernético de la National Crime Agency, un
equivalente británico al FBI, advirtió el mes pasado de una amplia campaña de ataques que apuntan a empresas pequeñas y medianas infectando sus ordenadores con programas malignos para bloquear los archivos y demandar rescates. En Estados Unidos, el departamento policial en Swansea, Massachusetts, presuntamente pagó 750 dólares en bitcoines para recuperar las imágenes y documentos de sus computadoras. La agencia de orden público prefirió no responder a las preguntas de ‘The Finacnial Times’ sobre el tema. Debido al anonimato que permite, la moneda también se utiliza para comprar drogas ilegales en Internet en páginas como Silk Road, que fue cerrada por el FBI este año. También se registran otros tipos de crímenes usando esa moneda, como el
robo de bitcoines (una moneda cuya forma son largos códigos), y estafas en ‘minería’ de bitcoines (un proceso de extracción de nuevos bitcoines a cambio de ceder las capacidades de las computadoras de los mineros necesarias para mantener este sistema descentralizado). Aun así la moneda está ganando legitimidad.
Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., señaló el mes pasado en una carta al Comité de Seguridad Nacional que, aunque las monedas virtuales suponen riesgos, “también hay áreas en las que pueden ser prometedoras a largo plazo”.
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